Tendencias tecnológicas, un cambio silencioso pero obligado.
Cuando se habla de
tecnología, lo primero que viene a la
mente de algunas personas son las
tecnologías
palpables que son parte de las famosas
megatendencias;
realidad virtual,
vehículos autónomos o hasta en las
nuevas herramientas de trabajo y entretenimiento que están a nuestra
disposición en la actualidad.
Sin embargo, este término acuña
también a productos y servicios que no precisamente son perceptibles por el ojo
humano. Paradójicamente, las creaciones más relevantes de la cuarta revolución industrial son invisibles.
Estas fuerzas tecnológicas como
la inteligencia artificial, el acceso permanente a servicios, la colaboración masiva o la personalización, la interacción y el seguimiento, transformarán nuestra vida en los próximos 30 años,
según el periodista Kevin Kelly, cofundador de la revista Wired.
Las nuevas tendencias tienen su razón de ser gracias al poder de tres fuerzas digitales, tecnologías que aunque sean
imperceptibles están presentes en nuestro entorno y generan un cambio acelerado
y exponencial en la vida diaria, el ecosistema emprendedor, el mundo financiero
y claro, en las empresa; cómputo
cognitivo (machine learning), la revolución
blockchain y el código abierto
(open source), este último aplicado especialmente en el mundo empresarial.
En los últimos años el ecosistema
de negocios presenta cambios constantes, con bruscos y repentinos movimientos, que
hacen el camino rocoso y con obstáculos que no muchos pueden superar. Es por esta
razón que las tecnologías de mejora continua autogestionada son la
solución que revolucionará el mercado, pues cuentan con un enfoque de servicio, escabilidad y seguridad;
los baluartes de la productividad y
la competitividad empresarial.
Sin embargo, no todo es miel
sobre hojuelas. Ninguna de estas tendencias
es socialmente neutra; generan competitividad y mucho valor económico para las sociedades que
las implementan, y rezago para el resto.
Es por esta razón que en la
actualidad existen diversas campañas y programas que buscan romper la brecha digital que existe en nuestro
país. La tecnología es una realidad
y está en la vida de todos los individuos, es nuestro modus vivendi y modus
operandi, no existe forma de deshacerse de ella. Su importancia y relevancia
es profunda, por lo que las empresas que no las adopten corren el riesgo de perder valor en el mercado.
La integración de estos servicios
de operaciones y tecnología aumenta drásticamente la productividad en las empresas, agiliza
su toma de decisiones, y reduce
costos.
“Innovar o morir”, capitalizar las nuevas oportunidades para
mejorar la cadena de valor asentará la bases sobre las que las compañías deban
integrar en su modelo de gestión, servicios de tecnología en procesos
críticos para maximizar la capacidad y el alcance de su modelo de negocio.